Domingo Peppo contra los jinetes del apocalipsis

Domingo Peppo contra los jinetes del apocalipsis

En el marco de la diversidad económica del Chaco dos sectores cuentan con una centralidad indiscutible: el Presupuesto del Estado Provincial (el principal empleador) y la Ejecución de  Obra Pública (con una multiplicidad de variantes en su financiamiento, internacional, nacional y  provincial). Las dos son fuentes importantísimas y determinantes del dinamismo económico provincial.

Las caídas en el nivel de gasto del Gobierno o en el nivel de inversión en Obra Pública se traducen inmediatamente en una  recesión  del nivel de actividad económica y comercial. El gobernador Domingo Peppo se muestra decidido a evitar una caída de la economía chaqueña semejante a la que  sucede a nivel nacional. Por eso sostiene un nivel de gastos históricos (se niega a realizar un ajuste que tendría consecuencias nefastas sobre la economía pública y privada provincial) y negocia con el gobierno nacional y organismos de créditos internacionales, mayores inversiones en obra pública para el Chaco.

La tarea de Peppo es ciclópea y requiere del acompañamiento de toda la provincia. El gobernador está cercado por un gobierno nacional partidario y ejecutor de un ajuste económico feroz, del que no se salvan ni jubilados ni el Pami; y una oposición provincial que irresponsablemente se niega a financiar con un empréstito de 3.000 millones de pesos los mayores gastos estatales que generaron, no una administración dispendiosa de los recursos públicos por parte del gobernador, sino una inflación producida por las medidas económicas de Cambiemos  y que superó el 40 por ciento durante 2016.

 

Algunos ejemplos

Las políticas económicas del Pro-Radicalismo golpearon duramente el corazón de la economía chaqueña. Veamos sólo tres ejemplos:

1)  La caída del consumo y el perdón de impuestos a los ricos (exportadores de granos, minería etc) hizo que los impuestos por coparticipación principal ingreso de la provincia aumenten un promedio del 27 por ciento durante 2016, frente a una inflación del 42 por ciento. Es obvio que esos menores ingresos sólo pueden compensarse con un empréstito excepcional de tres mil millones que se necesitan no para gastar irresponsablemente, sino para mantener el nivel de actividad económica de toda la provincia.

2) Durante la gestión del gobernador Jorge Capitanich, combinando recursos provinciales nacionales e internacionales se invertían en Obra Pública en  la provincia un promedio de 10.000 millones de pesos.  Durante 2016 el gobierno nacional prácticamente congeló la misma y la inversión nacional -Plan Belgrano mediante- no llegó a 1.500 millones.

3) La apertura importadora arrasó la Industria Textil.

Hay que reconocerles al gobernador Peppo y su equipo económico que acertaron en sus decisiones económicas. Que frente a tan fenomenales condicionamientos generados por la errónea política económica  nacional la economía chaqueña mantiene niveles aceptables de actividad económica.

El  desempleo (según el Indec del Pro) no aumentó sustancialmente. A propósito, ¿qué dirá ahora la oposición? ¿Insistirán con que eran falsos las mediciones de la era Capitanich? Los comercios con una leve baja, mantienen sus promedios de ventas. La Obra Publica muestra una incipiente reactivación y aumentan los registros de trabajadores en la UOCRA.

El Chaco bajo la conducción política de Domingo Peppo logró sortear los condicionamientos económicos nacionales. Paradójicamente nuestro mayor inconveniente como provincia es el “fuego amigo”; el que dispara la oposición de Cambiemos al no aprobar un presupuesto provincial  conjuntamente con un crédito por 3.000.000 millones de pesos, un monto  ínfimo comparado con los 70.000 millones pero de dólares que tomó Mauricio Macri.

¿Qué pretende la oposición de la UCR al no aprobar este crédito que pide el gobernador y necesitamos todos los chaqueños?  Algo muy simple: que en un año electoral, Peppo realice un ajuste brutal para  perjudicarlo  electoralmente.  Sin ideas reactivadoras y con una urna en la cabeza quieren generar: a) menores ingresos para los trabajadores estatales, b) caída en la calidad de los servicios públicos, c) pérdida del poder adquisitivo de las familias chaqueñas ,  d) merma en las ventas y cierre de los comercios e industrias en todo el territorio provincial. En síntesis: nacionalizar al Chaco.

Los legisladores opositores más que parlamentarios parecen los Jinetes del Apocalipsis. Por un presunto rédito electoral quieren afectar la economía y el bienestar de los chaqueños. La UCR debería tener conciencia que el daño que hace la oposición al no aprobar este razonable endeudamiento no es al Gobierno de Peppo, sino a todos y cada uno de los chaqueños.

 

Por el diputado nacional Juan Manuel Pedrini

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Barranqueras - Municipio de todos

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