Rodolfo Ranni y Mario Pasik, deleitaron la noche del sábado a una platea colmada en la sala del Complejo Cultural Guido Miranda. “Aeroplanos” la pieza teatral de Carlos Gorostiza hizo reir, reflexionar y entretener a un público que aplaudió y siguió de cerca cada dialogo de la pareja de amigos sobre el escenario.
Con dirección de Daniel Marcove, “Aeroplanos” mostró en escena la historia de dos amigos entrañables de clase media que se conocen desde hace 60 años. Su convivencia y diálogos ofrecieron un intenso y rico intercambio de humor, ternura y solidaridad.
Cerca de la medianoche ambos actores salieron al hall del teatro donde accedieron a fotos y autógrafos con el público que los aguardó y brindó nuevamente sendos encendidos aplausos.
La obra planteó, desde el alma misma del adulto mayor, el oscuro temor a la muerte, la soledad, la pérdida de la independencia y la iluminada esperanza de disfrutar libremente los últimos años de vida.
Con el relato de diversas situaciones familiares y sociales el espectador se internó en la vejez de dos personajes que se preguntaron, con buen humor y sin solemnidad, sobre los porqué de la existencia.
Desde el inicio de la acción, el espectador asistió a un intercambio de anécdotas, bromas y confidencias hechas por dos seres en un día crucial para ambos con un final conmovedor e impensado.
