El intendente de Resistencia reflexionó sobre el sector industrial en el marco de un nuevo Día Nacional de la Industria. “Estamos celebrando un día de la Industria con menos industrias, producto de una apertura indiscriminada de importaciones que tiene un efecto sobre la destrucción de empleos en las pequeñas y medianas empresas y que afecta al proceso de industrialización que la Argentina llevó adelante en los últimos 12 años y medio con la generación de 6,4 millones de empleos en este lapso”. Así reflexionó el intendente de la ciudad de Resistencia, Jorge Capitanich al recordar el Día de la Industria que se conmemora este 2 de septiembre; al tiempo que instó a los empresarios industriales chaqueños a seguir trabajando, a no bajar los brazos y a bregar para que las políticas públicas estén en la dirección correcta.
El jefe comunal recordó que el país sufre una tasa de desempleo del 9,3 por ciento, una caída del Producto Interno Bruto, una apertura indiscriminada de importaciones y una destrucción de la base de la industria. “Observamos esto con mucha preocupación”, destacó.
Ante esta perspectiva, exhortó a los industriales chaqueños que han acompañado una política de desarrollo industrial en la provincia en los últimos ocho años y a un modelo de base industrial creciente aun pero insuficiente, a seguir trabajando con ímpetu. “Este 2 de septiembre no vamos a celebrar como todos los años con indicadores positivos, pero no hay que bajar los brazos y hay que bregar para que las políticas públicas estén en la dirección correcta y que la industrialización sea la base de nuestro despegue y desarrollo”, aseguró al respecto.
Alzar la voz de la industria
Para el actual intendente de la capital del Chaco, hoy más que nunca “es absolutamente imprescindible defender esa política industrial, cumplir las metas del Plan Industrial 2020 y generar las condiciones para alzar la voz de la industria porque es la generadora de empleos de buena calidad y de buenos salarios, atrae el desarrollo cultural y la conformación de una infraestructura necesaria para una logística integrada”.
En esta línea, precisó que la provincia del Chaco tuvo cuatro motores de crecimiento: las transferencias sociales directas, la expansión y el desarrollo del sector agropecuario, la industrialización creciente y el rol decisivo de la industria de la construcción tanto pública como privada. “Propiciamos un régimen de promoción industrial que permitió trabajar, conjuntamente con el Estado nacional, para tener cerca de 500 hectáreas de Parques Industriales con una proyección a 1000. Además, facilitar cerca de 200 proyectos de promoción industrial cuya meta cerca era de llegar a 250, lo que significaba agregación de valor y mayor industrialización en origen, con obras de infraestructura”, precisó Capitanich.
Incentivos correctos
El exgobernador del Chaco explicó que durante su gestión al frente del Ejecutivo provincial se logró un régimen de incentivos, como por ejemplo la transferencia de dominio de los bienes inmuebles para radicaciones industriales y la posibilidad de utilizar un certificado de carácter fiscal con el reintegro de los bienes de capital en un 35 por ciento. Además, el subsidio al empleo y tarifas energéticas subsidiadas, lo que implicó en distintas industrias cerca de 20 mil empleos privados formales y una expansión inusitada en el empleo privado formal en la provincia.
“Por lo tanto, es absolutamente imprescindible dotar a la industria de incentivos correctos, fortalecer el consumo interno, promover la inversión pública como motor de la inversión privada en la industria de la construcción; pero con una logística integrada que mejore la competitividad global de la industria”, concluyó Capitanich.
