Fueron consecuencia de un operativo en busca del ex policía Oscar Pérez, acusado en los últimos meses de apropiarse de un helicóptero, lanzar dos granadas contra el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y asaltar un cuartel y robar armas.
El Ministerio de Interior y Justicia afirmó en un comunicado divulgado en el mediodía de este lunes que el enfrentamiento dejó dos policías muertos y cinco “gravemente” heridos, así como una cantidad no precisada de “terroristas” que fueron “abatidos” y cinco “capturados y detenidos”.
El operativo comenzó en la madrugada, cuando tropas militares y policiales rodearon el sitio donde se ocultaban Pérez y sus colaboradores, en El Junquito, en el noroeste de Caracas. Desde entonces, Pérez publicó varios videos en su cuenta de Instagram en los que afirmó que él y sus seguidores querían entregarse, pero eran baleados por los uniformados
Hay civiles aquí adentro; dijimos que nos íbamos a entregar y no quieren dejar que nos entreguemos”, afirmó Pérez en uno de los videos, en el que aparece con la cara ensangrentada mientras se escuchan detonaciones.
Hacia el mediodía, en la cuenta de Pérez en Twitter, que se aclaró que era “manejada” por “compañeros directos” de él, se informó que se desconocía el paradero del ex policía.
Tampoco el comunicado del gobierno, que aseguró que “resultó desmantelado un peligroso grupo terrorista luego de un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad”, identificó a fallecidos y detenidos, ni reportó a dónde fueron llevados estos últimos. “Estos terroristas, quienes estaban fuertemente pertrechados con armamento de alto calibre, abrieron fuego contra los funcionarios encargados de su captura e intentaron hacer detonar un vehículo cargado de explosivos”, dice el informe oficial. Según esa fuente, ello provocó “el muy lamentable saldo de dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) fallecidos y cinco gravemente heridos”, así como “los integrantes de esta célula terrorista que hicieron resistencia armada fueron abatidos y cinco criminales fueron capturados y detenidos”.
El comunicado gubernamental sostiene que los uniformados “fueron alevosamente atacados por los violentos cuando se estaban negociando las condiciones para su entrega y resguardo”. El texto atribuye el hallazgo del escondite de Pérez a “un concienzudo trabajo de investigación” de las “fuerzas especiales” del gobierno, y arma que el grupo desarticulado planeaba “la explosión de coches bomba en lugares públicos y la consumación de otros actos terroristas”. Fuente: Telam
