“Destrozar algo no es arte, pero crearlo sí”, dijo el mandatario iraní Hassan Rohani en referencia al acuerdo. Es que el presidente estadounidense, Donald Trump, abandonó el acuerdo en mayo pasado y en agosto recuperó algunas de las sanciones suspendidas en el marco del pacto.
Las medidas de Estados Unidos contra Irán se endurecerán aún más a inicios de noviembre próximo, cuando se prevé que afecten al comercio de petróleo, la principal fuente de ingresos de Teherán.
El acuerdo de 2015 contemplaba el levantamiento de esas sanciones y la normalización de las relaciones económicas a cambio de controlar el programa nuclear iraní para impedirle el acceso a una bomba atómica.
“Trump pensaba que tras su salida del acuerdo nosotros también nos saldríamos, pero hemos decidido y actuado de forma sabia”, dijo el presidente iraní, según DPA.
En las últimas cuatro décadas no ha habido en Estados Unidos un gobierno tan hostil contra Irán como el actual, dijo Rohani. “El objetivo de Trump es minar la legitimidad del sistema iraní, primero con una guerra psicológica y después económica (…) con otras palabras, preparar un cambio de régimen”, sostuvo Rohani, agregó DPA.
Según el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, Estados Unidos no aspira a un cambio de régimen, sino a un cambio de base del comportamiento de Irán.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, acusa a la cúpula de Teherán de ejecutar una campaña de violencia y desestabilización en el extranjero por motivos ideológicos, mediante su apoyo al gobierno sirio, la milicia chiita libanesa Hezbolláh, el grupo radical palestino Hamas, las milicias chiitas en Irak y los rebeldes hutíes en Yemen. Fuente: Telam
