Al hacer pública la oferta a los bonistas, el presidente hizo referencia a una conversación que mantuvo con el gobernador de Chaco, “donde objetivamente le transmití la necesidad de pensar una reestructuración de deuda como lo está siguiendo el país”, recordó Capitanich.
“Quiero agradecer el reconocimiento que el presidente ha tenido para conmigo, tenemos la necesidad de estrechar vínculos para construir un gran pacto argentino, un pacto que tenga que ver con un modelo de país federal, armónico, equilibrado, en donde podamos tener la capacidad para generar más producción, más empleo, más exportaciones y obviamente superar las restricciones históricas”, manifestó el primer mandatario provincial.
Para “Coqui”, cerrar la renegociación de este segmento de la deuda, “despejará el horizonte para generar la asignación de recursos que permite una reactivación de la actividad económica, con el objeto de recuperar la generación de empleo de la economía argentina”.
“Esperamos un altísimo nivel de consenso a nivel nacional y un sólido apoyo de todo el arco político para reestructurar la deuda con los acreedores privados”, dijo el gobernador, y destacó el pronunciamiento favorable del FMI y el apoyo “mayoritario” de los países del G7 y del G20.
Capitanich explicó que la oferta “implica posponer todos los pagos hasta el 2023 con sistemas de emisión de bonos y distintos fondos”, expresó el mandatario. “La Argentina no puede pagar”, ratificó.
El jefe del Ejecutivo chaqueño, que recordó las distintas fases del proceso de reestructuración de deuda desde el 2003 -iniciado por Néstor Kirchner- hasta el 2015, destacó la aceptación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el respaldo “mayoritario” de los países del G7 y del G20. “El FMI se expresó favorablemente respecto al tema de la incapacidad de pago de la Argentina y eso es una ayuda significativa para la persuasión al resto de los acreedores”, consideró.
Si bien aún resta esperar la respuesta de la propuesta argentina -se presentará oficialmente este viernes- “para que la recesión dure menos tiempo”, reconoció que “hay que estar preparados para una recesión profunda”, si hubiese una negativa de los acreedores. “El tiempo que se viene nos obliga a agudizar la creatividad para lograr una salida razonable”, dijo.
“Si nosotros logramos que el Estado nacional pueda reestructurar su deuda y pactar nuevos vencimientos en los servicios de capital e intereses de la deuda con el FMI y con los acreedores privados, despejará el horizonte para generar la asignación de recursos que permite una reactivación de la actividad económica, con el objeto de recuperar la generación de empleo de la economía argentina”, sentenció.
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