La Comisión de Educación del Senado de la Nación se reunió el 27 de junio pasado con los asesores en educación y fueron convocados exclusivamente representantes especialistas en educación de los sindicatos nacionales. En esa oportunidad el senador por la provincia del Chaco, Eduardo Aguilar, volvió a presentar su proyecto de ley de formación docente.
Utre informó que “desde el año 2015 en que se ha presentado la intención de Aguilar se les han hecho críticas y se solicitaron modificaciones desde los sindicatos al borrador original que no fueron contempladas. Se le volvió a plantear a Aguilar el peligroso criterio de acreditación que propone su intención poniendo en peligro la permanencia de los institutos de formación docente a nivel nacional”.
“Se le cuestionó la evaluación a los alumnos presentada en ese plan transformando otra vez las clases en ´darwinianas´ con resultados que posibilitarían la discriminación sin analizar contextos y diversidades económico-sociales y culturales en cuanto a regiones favoreciendo la tan mentada ´meritocracia´ que es la ideología que sustenta el sistema neoliberal de exclusión y que lleva adelante este gobierno nacional”, agregaron.
“También en la ocasión se le cuestionó al senador todos los aspectos del proyecto que abren lisa y llanamente la posibilidad de la privatización en la capacitación y las vulneraciones de los derechos de los trabajadores en la Educación Superior”, remarcaron.
En otro punto, afirmaron: “Estos y otros tantos planteos se realizaron frente a un senador que, si bien reconoció que el contexto actual no es el mejor momento para una ley de este tipo, insistió casi como un capricho en su intención de lograr la aprobación para este año. En este sentido, se dejó expresamente aclarado que la Ctera y sus sindicatos de base, Utre entre ellos, no están para nada de acuerdo con este proyecto, y que lo rechazan cabalmente, porque consideramos inapropiado anteponer como ´una zanahoria´ al financiamiento para la formación docente, pero en realidad es dejar abierta la posibilidad del ingreso a negociados en la capacitación y de retrotraernos a las nefastas políticas neoliberales de los años ´90 de cierre de institutos, criterios de acreditación, y reducción de las políticas curriculares a los criterios impuestos desde las pruebas estandarizadas y la mercantilización de la educación”.
“En su momento se le explicó al senador Aguilar desde Utre que no podríamos sostener una ley que por más que mejore aspectos de financiación, la misma resultará con esos criterios metodológicos en escenarios que los trabajadores de la educación padecimos con los tiempos de despojo de la patria y la exclusión”, finalizaron.
