Pertenecen al Reporte del Observatorio Nacional Mumala “Mujeres, disidencias, derechos”, y se dieron a conocer el 10 de septiembre, en concordancia con el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
Desde el 2013 la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), han promovido esta fecha para visibilizar que el suicidio se puede prevenir.
Se modifica el paradigma para el abordaje de esta compleja problemática social, abandonando la recomendación de “silencio” para aprender a hablar en forma responsable, sin rodeos sobre el tema. Así como se pone en valor, en conjunto con el sector salud, el acompañamiento y la capacidad de la sociedad para el desafío de la prevención.
REPORTE SUICIDIO FEMINICIDA. Mumala
“No son suicidas, son víctimas de femicidas”
Entre el 1 de enero de 2020 al 10 de septiembre de 2023, sistematizamos a partir de medios gráficos, digitales y portales especializados 50 suicidios feminicidas.
Pertenecían a las provincias de Buenos Aires 40%, Córdoba 12%, Tucumán 10%, Chaco 6%, Mendoza 6%, CABA 4%, Santa Fe 4%, Salta 4%, San Juan 2%, Santa Cruz 2%, Santiago Del Estero 2%, Corrientes 2%, Jujuy 2%, Misiones 2%, La Rioja 2%.
La edad promedio de las víctimas es de 25 años. Son víctimas más jóvenes comparadas con el promedio de edad de las víctimas de femicidios (37 años).
En el 70% de los casos se identifico la violencia de género padecida como posible inductor del suicidio., Además, el abuso sexual estuvo presente en el 30% de los casos.
El 40% había realizado denuncias. Este dato duplica el porcentaje de las denuncias realizadas por las víctimas de femicidios (20%).
El 14% de las víctimas pertenecía a la fuerza policial, y es el mayor agrupamiento ocupacional/profesional que encontramos.
El 30 % eran madres.
Desde la perspectiva interseccional, es decir, del entrecruzamiento de opresiones que pesan sobre las mujeres y diversidades sexuales, encontramos que: el 6% padecía un trastorno de salud mental, el 6% padecía consumos problemáticos, el 4% era migrante de otras provincias, el 2% estaba en situación de calle y el 2% estaba embarazada
En el documento, desde Mumala indican que “las feministas sabemos el valor de fortalecernos para alzar la voz sobre la violencia de género padecida; que el silencio, motivado por el miedo, la vergüenza o el dolor no aportan a ningún cambio social. Manifestar las violencias de las que somos víctimas ha permitido construir leyes nacionales e internacionales y políticas públicas para prevención, asistencia y hacia la erradicación de la violencia machista en los ámbitos donde desarrollemos nuestras relaciones interpersonales”, expresaron.
