Cómo afecta la ausencia de la agencia nacional de noticias Télam a los medios de todo el país

Cómo afecta la ausencia de la agencia nacional de noticias Télam a los medios de todo el país

Periodistas de distintos puntos del país vieron afectada su labor cotidiana al no contar, desde el lunes 4 de marzo, con el servicio de la agencia nacional de noticias Télam, luego de la decisión del Gobierno nacional de suspender el funcionamiento de la cablera y de la web, de vallar sus edificios y de dar una “dispensa laboral” a sus trabajadores y trabajadoras.

 

En ese marco, directores, jefes de redacción, editores y prestigiosos periodistas de distintos medios nacionales y provinciales señalaron “la disminución en la información veraz, precisa y de calidad” que se registró tras la inhabilitación de la cablera y el portal de Télam, pusieron de relieve los contenidos “confiables, chequeados y con carácter federal” que la agencia provee y lamentaron la imposibilidad de acceder al servicio fotográfico y al archivo de esa empresa estatal.

Alejandro Alfie -periodista del diario Clarín, que además conduce su programa los domingos en Contacto Digital (Radio Rivadavia), tiene su columna semanal de medios en Ventana Abierta (Radio Continental) y es profesor adjunto de Legislación Comparada (UBA)- estimó que “la ausencia de Télam nos afecta como periodistas, ya que nos impide acceder a las notas y fotos que todos los días publicaba la agencia de noticias, ya sea en su portal como en la cablera que usamos en el diario Clarín”.

“Además, el cierre que impuso el Gobierno también afecta al archivo de notas y fotos, que es un reservorio muy importante al cual se está restringiendo el acceso a esa información de gran valor para el periodismo”, evaluó.

Alfie deseó: “Ojalá que vuelva a funcionar Télam, ya que es una fuente de información muy importante no sólo para los periodistas que estamos en la ciudad de Buenos Aires, sino fundamentalmente para los de las provincias, ya que les permitía acceder a notas, videos y fotos de acontecimientos a los que ellos difícilmente puedan cubrir”.

Y agregó: “en simultáneo, a través de su red de corresponsales en todo el país, también nos permitía poder contar con información de lo que ocurre en las provincias, ya que la mayoría de los medios carecen de corresponsales como para tener información de carácter federal”.

Horacio Riggi, subdirector de El Cronista, aseguró que, en su labor periodística, “Télam siempre funcionó como otra fuente de información” y agregó que “más allá de los cables en sí, la ausencia que hoy noto está en las declaraciones de funcionarios que se podían tomar como textuales y que hoy para suplirlas hay que encontrarlas en las redes sociales”.

“La menor cantidad de fotos, también es algo a tener en cuenta”, puntualizó.

En tanto, Rosario Ayerdi, editora de la sección Política del diario Perfil y columnista de Radio 10 y C5N reflexionó que “contar con la agencia Télam significa poder acceder a contenidos periodísticos de calidad y, sobre todo, precisos”.

“No importa cuál es el lugar en el que sucedan los hechos, nosotros sabemos que Télam va a estar ahí ante cualquier acontecimiento y no sólo para con material periodístico sino también fotográfico”, indicó.

Sostuvo que “sin Télam, hay mucha información que ya no podemos dar y el equipo del diario no alcanza para cubrir todos los hechos que suceden y que hasta ahora podíamos contar por tener acceso a la Agencia. Son muchas las historias y noticias que ahora quedan sin contar”.

En igual sentido se pronunció Mariano Obarrio, periodista de Radio República AM 770 y de iProfesional, quien afirmó que “la agencia Télam, como DyN o NA, siempre fueron un instrumento de trabajo para enterarme en forma de alerta sobre informaciones a las cuales yo nunca hubiera accedido: hechos disruptivos, o como se dice ahora ‘breaking news’, que irrumpen sin esperarlo”.

“En el caso de Télam, tiene el agregado de que cuenta con corresponsales en todo el país y pueden ‘avisar’ primero sobre hechos de interés público y nacional, que en otras regiones no se pueden conocer con la exactitud y la precisión que lo informan los periodistas profesionales”, enfatizó.

Subrayó que, además, “las agencias, y en especial Télam, sirven para dar información veraz y sin adjetivaciones ni opiniones sobre datos oficiales de la economía y de todas las áreas de interés de un Gobierno y evitar el riesgo de que un Presidente o ministro se confundan con información falsa o fake news de las redes sociales, como fue el caso de la cuenta del Jumbo Bot”.

“Es clave que las agencias estén desprovistas de todo contenido politizado o ideologizado para que funcionen como tales. Es falso que las redes sociales reemplazan al periodismo, como argumenta el Gobierno, porque la naturaleza de ellas es ser precisamente ‘sociales’ y no ‘periodísticas’”, indicó y señaló que “a partir de informaciones de las agencias de noticias, los periodistas de diarios, portales, radios o televisión pueden construir la información y completarla consultando a fuentes diversas para enriquecer el debate público y la información que es un derecho del ciudadano”.

“Télam siempre ha sido la agencia que antes llegaba con las fotos de las actividades oficiales del Presidente y de todos los funcionarios de un gobierno que por definición son de interés público o incluso de eventos deportivos o acontecimientos de interés general”, cerró.

También Víctor Hugo Morales sumó su testimonio con relación a la falta de la agencia: “Télam ha sido y es necesario de todas las maneras posibles, hasta en las efemérides. Ha sido siempre de una singular eficacia, recuerdo notas como la muy completa del papa Francisco, con la enorme gravitación que tuvo en su momento“.

Agrega Víctor Hugo que considero a Télam “indispensable en la vida del periodismo argentino: por su calidad, por sus valores, por la excelencia de su trabajo que fue haciendo y por cómo fue también haciéndose en el tiempo. Télam tiene que seguir existiendo.

La periodista de Policiales de Clarín Natalia Iocco, expresó: “Subo al tren. Repaso las noticias del día. Llego a la redacción, prendo la computadora, abro la cablera. Télam es (fue) parte de mi rutina durante 14 años, desde que pisé por primera vez una redacción” y consideró que “el archivo, las fotos y los contenidos de calidad han sido un lugar en el que apoyarse cada mañana”.

“Extraño contar con esa mirada profesional y federal, confiar en contenidos chequeados y objetivos para poder empezar a investigar un tema o a una persona. Télam es parte de mi historia y de la de todos los argentinos. Una fuente confiable, sustentable y eficiente que debemos cuidar porque forma parte de nuestra identidad. Los contenidos de Télam son de todos, los queremos de vuelta”, argumentó.

En ese mismo tono se expresó Gustavo Cirelli, coordinador periodístico del portal am530somosradio.com, al manifestar que “la ausencia del servicio periodístico de Télam es un silencio estridente que desde la madrugada del pasado lunes 4 de marzo daña a todo el ecosistema de medios nacionales en general, perjudica la labor informativa y, en particular, con mayor impacto aún sobre aquellos medios de recursos austeros que a lo largo de todo el país accedían a la información federal y de calidad que suministra la agencia”.

“Algo similar sucede en la AM530, la radio de las Madres de Plaza de Mayo, donde el servicio de Télam ha sido estructurante a lo largo de sus 24 años de existencia en más de un sentido”, continuó y opinó: “por lo que su cierre arbitrario (y esperemos que transitorio) afecta no sólo la tarea del equipo periodísticos sino el derecho y el acceso a la información de las y los oyentes”.

Rememoró que “en enero de este año se comenzó a rediseñar el portal de la emisora, una tarea que entre otros aspectos basó su propuesta en el respaldo del servicio de la agencia como un complemento fundamental a la producción propia, un respaldo basado en la fuente incuestionable que ha sido la agencia, no sólo por la transparencia y el valor de sus cables periodísticos de las distintas secciones, sino también por la inmediatez y solvencia de sus producciones fotográficas y audiovisuales”.

Y aportó que “para la AM530 es de gran relevancia: falta el archivo de Télam, un pilar fundamental para la memoria colectiva de la sociedad en su conjunto, en especial durante estos 40 años de democracia donde la historia de las Madres, que es la historia misma de la recuperación democracia y su defensa cotidiana, hoy permanece inaccesible lo que representa un ataque a la soberanía informativa del nuestro pueblo”.

La periodista Noelia Barral Grigera, evaluó que advierte la ausencia de Télam en su trabajo cotidiano en el noticiero del canal IP: “Falta información federal, de otras partes del país que no sea el AMBA”, graficó.

Subrayó que, “por ejemplo, en el tema dengue es difícil tener información por fuera del Boletín Epidemiológico, de lo que pasa en otras provincias y de las decisiones de los gobiernos provinciales respecto de la epidemia. También, cuestiones vinculadas a los fondos que faltan para las provincias y cómo ello las afecta, o qué pasa con las universidades nacionales en cada una de las regiones del país”.

“La agenda periodística ya de por sí porteñocéntrica está más porteñocéntrica o ambacéntrica que nunca. La falta de Télam se nota mucho. Es fundamental. Si nos esforzamos el triple, podemos reunir esa información, pero no con la rapidez, con el nivel de cobertura y con la precisión que tiene Télam”, aseguró y añadió que, por otro lado, “hay temas que sigue Télam, vinculados al desarrollo, la industria nacional, que sufren la falta de la agencia. Ni hablar de la cobertura de sus reporteros gráficos”.

“No sé qué decisión tomará el gobierno. Lamento que no haya un impacto mayor entre la opinión pública y los colegas. Cerraron Télam, patrimonio de todos, no se deja entrar a nadie, no se sabe qué hicieron con el archivo y parece que a nadie le importa demasiado. Nos están privando de nuestra agencia de noticias y no pasa nada. Espero que haya una reacción y que no puedan destruir Télam. No tener acceso a su trabajo, a su archivo empeora la calidad de nuestra información y del debate público”, cerró.

El periodista de C5N, Radio 10 y editor del portal Data Clave, Mauro Federico, expresó que “para los que trabajamos de esto hace muchos años, la desaparición de nuestro registro cotidiano del trabajo que ustedes desarrollan y que por una decisión política arbitraria e injusta se interrumpió, nos produjo un verdadero perjuicio desde el punto de vista profesional” y afirmó que “más allá de la solidaridad y empatía que uno tiene hacia cualquier trabajador que es víctima de una agresión como la que ustedes sufrieron, en la diaria la ausencia del servicio de Télam representa un agujero difícil de cubrir”.

“Me levanto a las 5:30 todos los días. Mi rutina, después de lavarme los dientes y prepararme unos mates, era encender la computadora y abrir la cablera de Télam. Allí yo encontraba un resumen periodísticamente bien concebido respecto de lo que estaba pasando en la jornada, de las declaraciones más importantes y de una agenda nacional que me permitía tener una mirada global. Hoy no hay ningún servicio que lo preste eso” planteó Federico.

“Perdimos eso -completa el periodista, también autor de los libros autor de los libros País narco y Mi sangre, entre otros- que, para el gobierno actual, es un arma que pretende que dejemos de utilizar. Cuando digo arma, me refiero a la información. Estar bien informados es una herramienta para poder pararnos ante una realidad que nos golpea. Mi solidaridad absoluta con la lucha que ustedes llevan adelante y un reclamo enfático para que se considere que el buen periodismo no se fomenta cerrando precisamente los ámbitos de trabajo donde se genera”.

Alejandro Bercovich, conductor en C5N y Radio Con Vos y periodista en elDiarioAR, aseguró que la ausencia de Télam “restringió mucho la información de distintas provincias, la información económica específica sobre la evolución diaria de mercados, los eventos en las provincias, los pronunciamientos de los ministros de economía provinciales sobre la discusión fiscal hasta las expresiones de los productores afectados por los tarifazos, o la situación de los yerbateros en Misiones”.

“La trama federal que aporta Télam en el día a día se extraña mucho. Además, hay determinados temas en los cuales levantan a agencias internacionales que uno no tiene en los lugares de trabajo, y que también son un atajo a la información porque hoy que es todo pago”.

El productor de C5N, periodista de radio Provincia y exgerente de noticias de la TV Pública, Albino Aguirre, puntualizó: “Se siente la falta de Télam en las redacciones porque es una agencia federal en serio. Generalmente, los medios nacionales hacen un federalismo rengo. Es ese federalismo donde caen con periodistas de Capital Federal, lo cual es válido y razonable, pero no termina de cerrar la idea de que los porteños cuenten lo que pasa en el resto de la Argentina. Esto no es agraviante con los colegas de Caba, todo lo contrario”

Agrega Aguirre que “Ocurriría lo mismo si la relación fuese inversa y viniera un misionero a contar la realidad de los bonaerenses, por ejemplo. El federalismo de Télam y de radio Nacional está en todos lados. El periodista de la región es el que te cuenta la realidad es el que mejor la conoce. Eso está probado porque todas las redacciones la usan permanentemente a Télam”.

“Otro punto importante es que Télam en el contexto de los medios, muchas veces sugestionados por el funcionamiento de las redes sociales, a veces suelen mandarse algunas macanas. Télam es un espacio de ratificación frente a las fake news, casi un sello de calidad. Si aparecía en Télam está confirmado. Quienes abrazamos esta profesión reivindicamos la existencia de Télam naturalmente por sus trabajadores, pero también hay que destacar el rol de la agencia pública. La falta de Télam le quita al periodismo esas virtudes que le faltan a la profesión”, apuntó.

En igual sintonía, Irina Sternik, experiodista de la TV Pública, quien actualmente escribe en el newsletter ladobnews.substack.com, detalló que, en su rutina de chequeo de datos intensiva, primero hace “un paneo de los medios que hablaron sobre tal tema” y luego elige “los más completos y confiables”, posteriormente va a las redes y recién después intenta “con otras fuentes”.

“El sábado 2 de marzo, el día posterior al anuncio del cierre de Télam, me la pasé navegando el sitio de Télam buscando información histórica sobre la agencia: había de todo, información financiera, datos históricos, fechas. Y pensé, qué valioso todo esto. De hecho, toda la información que saqué de allí solo estaba disponible en mi newsletter del domingo y se notó porque todos los medios levantaron la data de allí”, recordó.

Apuntó que “si hubiera estado Télam, no hubiera pasado. Desde el lunes 4 de marzo, ya con la página cerrada, la diferencia fue enorme. Noté no solo la falta de Télam en si misma sino la falta a través de los diarios: informaciones más breves, con más retraso, incompletas”, resaltó.

Sostuvo que “desde entonces, noto mucho la falta porque los links en Google están y son notas de archivo que tienen un valiosísimo aporte por su calidad, por el chequeo de datos y por las plumas que las escribían”, comentó que “esas notas con links muertos (que dan cuenta todos los días de la ausencia) lo noto con cada acontecimiento importante a nivel mundial, como ser el sábado pasado, el conflicto entre Irán e Israel, pero también con algún siniestro en la vía pública o un caso policial”.

Indicó posteriormente “El otro día encontré un video de Télam en YouTube (que se olvidaron de cerrar) y fue un gran valor. Los diarios, que siempre aclaraban: ‘fuente Télam’, también se quedaron sin materia prima, en general usan agencias extranjeras y la información, por supuesto, no es local”.

En ese tono, el periodista de la sección Policiales del diario La Nación, Gabriel Di Nicola, opinó que “la falta del servicio de Télam se siente todo días en la sección. Primero, por la calidad de los cables. Segundo, por la cobertura a nivel país y, tercero, por la agenda de temas que nos permitía tener un ‘mapa’ de los casos policiales”.

Dijo que “también es muy importante el servicio de fotos y la cobertura de los juicios, que muchas veces por una cuestión de ‘recurso humano’ no podíamos cubrir. Télam nos da calidad y cantidad de cables para nuestro trabajo diario”.

Gimena Fuertes, periodista de Tiempo Argentino, reflexionó que “la ausencia cotidiana de la agencia pública de noticias no sólo se nota cuando se busca una información del día sino también cuando se buscan datos de archivo y notas de otras épocas: al googlear cualquier noticia pasada, saltan un montón de links con notas de todos los medios. El cursor de mi compu va directo al link de Télam para encontrase con un mensaje dictatorial que me recuerda la suspensión del servicio”.

“Las y los periodistas que usábamos (y vamos a volver a usar) la agencia a través de su web sabíamos que la información publicada estaba chequeada y comprobada, a diferencia de la data publicada en medios privados cuyos propietarios tienen intereses económicos en distintas áreas”, dijo.

Puntualizó que “si bien durante el macrismo se relajaron los controles periodísticos y se publicó información falsa -recuerdo la operación que le hicieron al Indio Solari durante su último show en Olavarría- las y los trabajadores lograron reconstruir la credibilidad de la agencia a fuerza de trabajo y responsabilidad”.

“Por ahora las y los periodistas estamos a ciegas en las áreas que no cubrimos de primera mano, porque no tenemos un medio que nos guíe. Debemos buscar a periodistas individuales a los que les tenemos alguna confianza, pero nos falta la plataforma oficial que nos permita tener un contexto informativo para la información que producimos. Esta ausencia no sumerge en un mar de dudas, propiciado intencionalmente. Es necesario que la agencia como herramienta de trabajo vuelva a funcionar cuanto antes y con la misma rigurosidad con que lo hizo este último tiempo.

Fabián Waldman, periodista de FM La Patriada, remarcó que la ausencia de Télam en la cobertura de temas que tienen que ver con la Casa Rosada se percibe claramente, así como la falta de material fotográfico” y, a la vez, opinó que “la Agencia permite conocer en tiempo real lo que pasa en otras partes del mundo a través de sus corresponsalías en el exterior”.

“Cuatro trabajadores de Télam, en turnos de 7 de la mañana hasta última hora de la noche, cubren la información de Balcarce 50, en contacto permanente con los jefes de prensa y brindando información seria y veraz sobre la actividad de cada funcionario”, destacó y apuntó: “La ausencia de Télam se sigue sintiendo en la actividad diaria de los periodistas, esperemos que pronto vuelvan a estar presente los compañeros.”

Claudia Regina Martínez, editora de portada de elDiario.AR y redactora de actualidad, destacó: “Nosotros dependemos un montón de la información de Télam porque somos una redacción muy chiquita y, entonces, no tenemos gente en todos lados y ahora nos está costando muchísimo porque las otras opciones de agencias que hay no son tan completas como Télam”.

“Lo que está sucediendo es que los medios estamos todos robándonos entre nosotros y sufrimos un montón el no contar con una fuente confiable. Por otro lado, el tema de las fotos es terrible porque se nota un montón la falta de fotos periodísticas de los acontecimientos”, acotó.

Andrés Lavaselli, prosecretario de redacción de Agencia DIB –que suministra servicios a 59 medios gráficos y 32 radios bonaerenses-, evaluó: “DIB es propiedad de un grupo de diarios del interior y, en los 21 años que hace que estoy, éstos nutrieron sus ediciones de papel y digitales con producciones de Télam”.

“Entre las tantas cosas que se pueden decir sobre la pérdida estratégica para la libertad de expresión en la Argentina que significa la desaparición o no funcionamiento de Télam, quiero hacer foco en cómo impacta en lo las radios y diarios del interior”, analizó y completó: “No sólo se produce una pérdida de la capacidad de cubrir lo que no sea información local, lo cual es muy importante en un contexto en el que compiten con grandes medios, sino que se los deja a sus lectores a merced de que tengan que buscar información en medios porteños”.

“A la vez, se empobrece infinitamente la cobertura que pueden hacer las webs del interior, que muchas veces toman los cables de Télam como punto de partida para después abordar fenómenos nacionales con repercusión local y completarlos”, dijo Lavaselli y razonó que, paralelamente, “se favorece la concentración en los medios grandes de Caba que hegemonizan la información”.

Con todo, manifestó que sin Télam “se contribuye a la crisis de esos medios del interior, que hace tiempo vienen con problemas y se pone en riesgo su continuidad, lo que afecta un número muy alto de puestos de trabajo”.

El jefe de Redacción del diario El Litoral de Corrientes, José Agustín Gómez, analizó que “la ausencia de Télam repercute de manera directa en la actividad diaria de los periodistas de Corrientes” y entendió que “una exclusiva fuente de información que ya no está genera un vacío informativo que obliga a reinventarse para tratar de menguar la escasez de datos”.

“Esa reinvención no es un avance, todo lo contrario, es un atraso en la calidad informativa que se brindaba a la ciudadanía y que repercute de manera directa en la calidad democrática del país”, planteó.

Para el profesional, “Télam representa la posibilidad de unir al país con información de calidad desde cada rincón de la nación”, apuntó que “su existencia es una demostración de una política de Estado que ha perdurado en el tiempo, un acierto que los países más desarrollados mantienen con recelo”.

“Sólo basta con hurgar en el inmenso archivo de la agencia para encontrar allí la convicción necesaria para mantener vigente lo que siempre ha sido una parte de los argentinos”, continuó Gómez y añadió: “Télam debe seguir con su tarea para perpetuar en la historia, los aciertos y errores que como sociedad hemos y habremos de cometer”.

Así, cerró: “Télam es memoria, verdad y una parte de cada ciudadano de esta Nación”.

En tanto, Julián Vaccarini, jefe del informativo de Radio Provincia AM 1270, aseguró que, “en el trabajo diario, la ausencia de Télam afecta en forma contundente porque es la principal fuente de información oficial y federal”.

“Para nosotros, es una fuente fiable de información. Al tener corresponsalías, nos permite acceder a información que, de otra manera, no llega”, dijo.

Martín Rodríguez, periodista de Radio Olavarría, comparte una postal cotidiana: “Este viernes, que inicié a las 6AM, tenía un horizonte complejo en cuanto a datos oficiales. El reflejo fue abrir Télam, para conocer la versión oficial de estas cuestiones, y a partir de ahí, sumar las voces que complementen y contrapongan la info oficial. Pero recordé y comprobé que la Télam, hace un tiempo que no está” dice, relatando aquello mismo que experimentaron tantos colegas.

Y se pregunta si el vallado no fue para complicar el acceso a la información oficial bruta “que la agencia del Estado conoce y tiene de primera mano, justamente por esa condición, pero también por la pericia de sus periodistas. Tomar los organismos estatales ayuda a mantener la cancha embarrada en la opinión pública, atentando, entre otras cuestiones, contra el derecho humano a la Información” concluye Rodríguez.

Estela de Carlotto. /Foto: Somos Télam.

Luciana Mateo, periodista de El Eco de la ciudad bonaerense de Tandil, aseveró que “los medios de comunicación del interior necesitamos de una agencia de noticias estatal, que nos aporte una mirada federal de los acontecimientos”.

“Es notable a diario la ausencia de Télam, un medio que nos aportaba un fuerte caudal de información proveniente de todos los rincones del país, y que era además una fuente de consulta permanente en la labor diaria”.

 

Fuente: somostelam.com.ar

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